Una inmensidad de gaviotas
lo acorralan apuntando,
con el pico hacia el torso,
caminante compasivo:
.
negro galgo.
.
Fuerte surco por la Concha,
débil trote muy despacio.
.
Aramburu se llamaba,
pardos ojos que miran apagando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

VUELVE AL GONGORISMO