Soy un teléfono que suena
como un yunke en mis entrañas,
nórdico Thor se aproxima
con gélido cable de plata.
Rudo teclea su nombre
dejando huellas de escarcha.
Desayuna con el hierro,
que a martillazo en su fragua,
maltrata hasta dejarlo
mineralmente en las brasas.
Apetito de pirita
con seis luces del alba,
amanecer que no tiene
este dios de escandinavia.

Señorito, Camarada y Señorita, Oslo

No hay comentarios: